De escritora a historia

La historia comienza así... había una vez... un cuento mas de amor. Mi nombre es Mar, 26 años, escritora del libro “Magia, sabor y aventura”, donde narro sobre algunos pasatiempos de los artistas urbanos, destacando mas a los cantantes. La presentación se realizó en la ciudad de París, Francia, en la galería de Sheran y Compan, a las 19 pm. Debía estar 30 minutos antes, pero me detuve a observar, no recuerdo bien qué, porque pasó algo que desvió mi mirada.
Era imposible que Cupido no haga de sus maldades en la ciudad del amor. Fue así como sentí su flecha en mi mano derecha, al rosarse con una piel delicada, fuerte y un poco transpirada. Pedí disculpas, pero sus ojos no me miraban. Buscaba una dirección a la que acudió a preguntarme. Y para que el destino siga su hilo, iba a la presentación de mi libro. Le dije que iba al mismo lugar, que también estaba un poco perdida, pero si eramos dos podríamos llegar a algún sitio. Sonrió tan hermoso, aceptando mi propuesta.
Realice las preguntas básicas para saber de la otra persona, contesto a cada una de ellas, e indagó de mi vida, pero no podía decirle que era la autora de su libro favorito, quien caminaba al lado suyo.
Al llegar, quedamos sorprendidos, de la enorme cola de personas esperando, quién sabe qué. Nos asomamos a preguntar, y para que no me dé un paro cardíaco, trate de escuchar lentamente sus respuestas. Venían a verme a mi, esa creadora, lunática que llegó a sus corazones. 
Me dijo, “No podre hacer que me firme el libro”, “tengo un recital en horas, no puedo esperar tanto”, con su carita de decepción que me daban ganas de abrazar su alma. Invité a que me acompañara, llevando su cuerpo hacia la entrada privada, me detuvo con preocupación, acaricie su brazo y lo metí hacia adentro. Todo estaba preparado, sólo faltaba sentarme, sacar mi bolígrafo y firmar lo que deseaban. Hice cada paso, mientras me observaba. “Quién eres” salió de sus labios suaves, tentadores ante mis ojos, “Quién sos vos” respondí como buena porteña, ante su duda. 
Fueron segundos eternos, donde nuestras almas se encontraron, imprimiendo cada instante, como si ya no hubiera un después. Firme su libro; me abrazó muy fuerte y susurró su nombre, mas una frase, al mismo tiempo que su canción sonaba en la presentación; “Soy (....) tu melodía y tu mis emociones”. 
© 2016 Todos los derechos reservados. Maida FIlippini, autora.